domingo, 15 de marzo de 2009

Sin pena ni gloria


Aquí huele a cerrado.
Hace mucho que una ráfaga de aire fresco no entra y lo revuelve todo.
Las palabras saben a viejo. Usadas, manidas, han perdido el sentido después de tanto repetirlas. Hablar sin decir nada nuevo. Los temas de conversación son siempre los mismos.
Los mismos personajes, los mismos escenarios, las mismas situaciones…
Cuando ni siquiera ha habido una época dorada a la que aferrarse para vivir de la nostalgia, solo queda la melancolía de lo que no se ha vivido, del tiempo que ha pasado, del tiempo que pasa sin pena ni gloria…